Los aeropuertos tienen mucho espacio disponible en sus techos, así que ¿por qué no convertirlo en superficies generadoras de energía solar? En 2012, eso fue precisamente lo que decidió hacer el Aeropuerto de San Rafael. Como primer proyecto local de MCE, este sitio de 2 MW suministra suficiente electricidad limpia generada localmente para abastecer a 600 hogares al año.